Agua de lluvia recolectada de las azoteas de Arizona: ¿Qué tan limpia está?

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Authors
Kunal Palawat
Leif Abrell
Aminata Kilungo
Jean McLain
Rob Root
Mónica Ramírez-Andreotta
Publication Date: March 2025 | Publication Number: az2112S | View PDF

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El informe de progreso de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible afirma que 2.3 millones de personas viven en países con estrés hídrico y que la escasez de agua podría obligar a la migración de más de 700 millones de personas para el 2030 (Naciones Unidas, 2021). A medida que el cambio climático empeora la escasez de agua (Schewe et al., 2014), los Estados Unidos e incluso los arizonenses dependerán más de fuentes alternativas de agua (Pearson et al., 2015; Tamaddun et al., 2018), como el agua de lluvia recolectada de las azoteas (RHRW por sus siglas en inglés). En Arizona (AZ), el residente promedio usa 120 galones (454.2 L) de agua por día; este uso municipal contribuye al 20% del presupuesto de agua del estado. En comparación, el 78% se asigna para usos agrícolas y el 1% para usos industriales (Departamento de Recursos Hídricos de Arizona, s.f.). Hasta el 70% del agua residencial se utiliza para actividades al aire libre como la jardinería y el llenado de piscinas, y ese número aumenta durante los meses más cálidos (Departamento de Recursos Hídricos de Arizona, s.f.). Además, para hacer frente al efecto de isla de calor urbano, que afecta de manera desproporcionada a las comunidades de justicia ambiental, se están desarrollando intervenciones de bajo costo y adaptaciones al cambio climático, incluida la recolección activa de agua de lluvia para apoyar el aumento de la copa de los árboles en estas comunidades (Sandhaus et al., 2018). La recolección de agua de lluvia se ha vuelto muy importante en muchas comunidades de Arizona, hasta el punto de que municipios en Tucson, han comenzado a ofrecer incentivos fiscales y programas de reembolso (Ciudad de Tucson, s.f.) para propietarios de viviendas y empresas que instalan sistemas de recolección (Radonic, 2019). Los sistemas de RHRW mejoran la disponibilidad de agua para diversos usos, como la jardinería, el riego de espacios verdes y plantas de sombra, el riego de cultivos, el llenado de piscinas y la producción ganadera (Mbilinyi et al., 2005).